Disponer de fuentes de información sobre medicamentos confiables, actualizadas e independientes resulta indispensable para garantizar el uso racional de medicamentos. En este sentido, estos centros proporcionan información técnico-científica en forma objetiva y oportuna. El proceso de búsqueda bibliográfica y análisis crítico de la información debe ser ejecutado por profesionales sólidamente formados.

Información y desinformación en ciencias de la salud

¿Cuán efectivo es un nuevo medicamento para controlar la presión arterial frente a los actuales? ¿Es segura una nueva vacuna para COVID que se lanza al mercado? ¿Durante cuánto tiempo debe tomarse un antibiótico para determinada infección? Estas y muchas otras preguntas pueden surgir entre profesionales de la salud y la sociedad en general, especialmente considerando que se publican más de un millón de artículos por año en el área. La disponibilidad de fuentes de información sobre medicamentos confiables, actualizadas e independientes, así como su correcta utilización, son requisitos indispensables para garantizar el uso racional de medicamentos.¿Pero por qué sería entonces necesario un Centro de Información de Medicamentos?

La circulación de un amplio abanico de información sobre medicamentos obedece a fuentes de diversa naturaleza y cuyo compromiso e interés económico y político no siempre garantizan la objetividad que se requiere. Los altos costos de acceso a las diversas fuentes bibliográficas disponibles, así como el tiempo que demanda tanto la búsqueda como el análisis crítico de la información, son también factores importantes ya que la mayoría de los usuarios no cuentan con recursos y tiempo suficiente. Por otra parte, cada vez más pacientes —especialmente adultos mayores— padecen varias enfermedades crónicas y reciben un amplio número de medicamentos, lo cual aumenta el riesgo de sufrir problemas relacionados con medicamentos, y cuya resolución demanda un proceso de selección, análisis y evaluación de fuentes deinformación.

Para el profesional sanitario la búsqueda de información se ha ido transformando en una tarea compleja, dada la necesidad de disponer de conocimientos específicos y habilidades para el manejo y la evaluación eficientes de la información. Los Centros de Información de Medicamentos (CIM), definidos por la Organización Panamericana de la Salud como “unidades operacionales que proporcionan información técnico-científica sobre medicamentos en forma objetiva y oportuna”, constituyen una estrategia óptima para atender estas necesidades particulares.

Buscar y analizar (a) con ciencia

El proceso de búsqueda bibliográfica y análisis crítico de la información debe ser ejecutado por profesionales específicamente. ¿Por qué? Porque la disponibilidad de fuentes de alta y baja calidad es extremadamente amplia, las fuentes son variadas y la accesibilidad no siempre es sencilla. No es lo mismo buscar respuesta a una pregunta general o específica, en un prospecto, libro, guía de práctica clínica, buscador web o artículo científico. Existen procedimientos e instrumentos validados para formular la pregunta, sondear las posibles fuentes para encontrar respuesta y analizar con criterio cada resultado obtenido. La información resultante debe ser organizada y adaptada para su destinatario, por lo que su profundidad, formato y terminología será diferente según vaya dirigida a otro profesional de la salud o un paciente.

Para realizar un procedimiento ordenado y sistemático, los CIM cuentan con bases de datos y profesionales que generan información independiente y pertinente a las solicitudes que se formulan o a la necesidad que se identifique. De ahí que los CIM ocupan un lugar fundamental en la atención de salud al ser el instrumento idóneo para que el usuario reciba la información apropiada para la respuesta a su pregunta y solución de su problema.

Responder, informar, difundir, educar

Un CIM realiza tanto actividades pasivas (a demanda) como activas (iniciadas por el propio Centro). Las pasivas implican:

1. Atender las necesidades del profesional o paciente para solucionar problemas de prescripción, dosis, administración o efectos colaterales de medicamentos.
2. Apoyar con información confiable las actividades de Atención Farmacéutica tanto a nivel ambulatorio como hospitalario.
3. Proporcionar asistencia a funcionarios responsables del registro de medicamentos, comisiones que participan en la toma de decisiones relacionadas con la inclusión de medicamentos en un formulario terapéutico, agencias reguladoras de la comercialización y responsables de la publicidad.
4. Participar en actividades educativas e informativas solicitadas por la comunidad.

Por otra parte, las actividades activas incluyen:

1. Producir monografías y boletines informativos sobre medicamentos.
2. Promover la representación del CIM en actividades científicas.
3. Diseñar y ofrecer a las facultades de ciencias de la salud cursos de grado y posgrado sobre utilización de recursos de información de medicamentos y farmacoterapia.
4. Desarrollar actividades dirigidas a grupos de pacientes sobre el uso apropiado de medicamentos.
5. Desarrollar y difundir información sobre preservación, conservación y almacenamiento de medicamentos haciainstituciones de salud.
6. Investigar sobre el uso de medicamentos, patrones deprescripción y realizar farmacovigilancia.
7. Documentar y estudiar problemas relacionados con medicamentos mediante procesos de Atención Farmacéutica.

El CENIME de FFyB

El 1º de marzo de 1990 se creó el Centro de Información de Medicamentos (CENIME) de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, como el primer centro universitario de información de medicamentos del país. Unos años más tarde, en 1993, se constituyó en efector periférico del Sistema Nacional de Farmacovigilancia dependiente de la ANMAT. Cumple funciones asistenciales, docentes, de investigación y extensión universitaria. Se puede acceder a la página web del CENIME a través del portal de la Facultad de Farmacia y Bioquímica.

Hugo Norberto Granchetti es doctor en Farmacia y Bioquímica (UBA) en el área de las ciencias farmacéuticas, con experiencia en optimización de la farmacoterapia, análisis estadístico en ciencias de la salud, e investigación aplicada a servicios farmacéuticos y educación superior; profesor adjunto -interino- de Farmacia Clínica, a cargo de la asignatura Atención Farmacéutica y miembro del Instituto de Tecnología Farmacéutica y Biofarmacia (InTecFyB).