Desde que el SARS-CoV-2 emergió como una amenaza global, los científicos y la comunidad médica han trabajado sin descanso para desarrollar vacunas seguras y efectivas. Los plazos se aceleraron significativamente y la vacuna se logró apenas un año después de ser identificado el virus, un hito sin precedentes en la historia. Los datos disponibles hasta el momento indican que los casos de efectos secundarios graves de las vacunas son extremadamente infrecuentes en comparación con su impacto positivo.
En condiciones normales, el proceso de desarrollo de una vacuna puede llevar varios años, generalmente de 10 a 15. Esto se debe a que implica múltiples etapas, que incluyen la investigación inicial, el diseño y la selección de candidatos a vacunas, los ensayos preclínicos en laboratorio y animales, los ensayos clínicos en humanos (fase 1, fase 2 y fase 3) y, finalmente, la revisión regulatoria y la aprobación.
Sin embargo, en el marco de la situación de emergencia de la pandemia de COVID-19, los plazos se aceleraron significativamente gracias a la movilización de recursos, la colaboración internacional y el enfoque prioritario en el desarrollo de la vacuna. En este contexto, la vacunación masiva inició apenas un año después de haberse identificado el virus, lo que ha marcado un hito en la historia de la medicina. Fue así que, a finales de diciembre del año 2020 ya había comenzado la vacunación en nuestro país. Durante la campaña de vacunación se priorizó a profesionales de la salud y personal estratégico, y desde marzo de 2021, se fue extendiendo paulatinamente a la población en general (comenzando por las personas con alto riesgo de sufrir una enfermedad grave).
En el marco de la situación de emergencia de la pandemia de COVID-19, los plazos se aceleraron significativamente gracias a la movilización de recursos, la colaboración internacional y el enfoque prioritario en el desarrollo de la vacuna.
En el desarrollo de las vacunas contra el SARS-CoV-2 se han utilizado varias tecnologías innovadoras. En primer lugar, debemos mencionar las vacunas basadas en ARN mensajero (ARNm). Estas vacunas desarrolladas por Pfizer-BioNTech y Moderna, utilizan una pequeña porción del material genético del virus, llamado ARN mensajero, para instruir a las células del cuerpo a producir una proteína del virus.
Otra tecnología innovadora para el ámbito humano son las vacunas basadas en vectores virales como las desarrolladas por Oxford-AstraZeneca, Johnson & Johnson y Sputnik V que utilizan vectores virales para entregar una parte del material genético del virus a las células del cuerpo. Los vectores virales son virus modificados, generalmente adenovirus, que son inofensivos, pero pueden transportar fragmentos del genoma del SARS-CoV-2 para estimular una respuesta inmune.
En el desarrollo de las vacunas contra el SARS-CoV-2 se han utilizado varias tecnologías innovadoras. En primer lugar, las vacunas basadas en ARN mensajero (ARNm). Otra tecnología innovadora son las vacunas basadas en vectores virales. Además, se desarrollaron vacunas inactivadas.
Además, se desarrollaron vacunas inactivadas, como las de Sinovac y Sinopharm. Estas se crean inactivando el virus mediante calor, productos químicos o radiación, lo que impide que el virus cause enfermedad, pero permite que el sistema inmunológico reconozca y responda a las proteínas virales presentes en la vacuna. Este tipo de vacunas son las más probadas ya que contamos con varias vacunas virales basadas en esta metodología y con probada seguridad y eficacia.
Los ensayos de estas vacunas indicaron una gran eficacia, normalmente superior al 90 %, para prevenir enfermedades graves, hospitalizaciones y muertes relacionadas con el COVID-19.
En la Argentina, se inició la vacunación mediante la utilización de las vacunas de AstraZeneca, Sinopharm y Sputnik V cuyo esquema consta de dos dosis diferentes. Si bien, durante el inicio de la vacunación hubo disponibilidad de ambas dosis de Sputnik V, la falta de suministro de la segunda dosis del Sputnik V, que es más complicada de fabricar, condujo a la implementación de un esquema heterólogo experimental (Sputnik V + Moderna) durante el segundo semestre de 2021. Si bien se trataba de un esquema innovador, a lo largo del arduo proceso de proveer de vacunas a la mayor cantidad de individuos, ya se había explorado la estrategia de “esquemas heterólogos”, que combina diferentes tipos de vacunas para potenciar la respuesta inmune y fortalecer la protección contra el COVID-19.
La aprobación de calendarios vacunales heterólogos representó una valiosa alternativa a las fluctuaciones en el suministro de segundas dosis de determinados calendarios homólogos o la preocupación por los efectos secundarios que producen otros calendarios en personas de alto riesgo. De hecho, varios estudios sobre el uso de esquemas vacunales heterólogos han arrojado resultados alentadores. Sin embargo, dado que el esquema Sputnik V/Moderna, solo había sido utilizado en nuestro país, no se contaba con información sobre la respuesta inmune de esta combinación. Fue en este contexto que, nuestro grupo de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, junto con profesionales de CEMIC y de la Academia Nacional de Medicina, nos planteamos como objetivo determinar la inmunogenicidad y la seguridad de Moderna administrada como refuerzo en individuos que recibieron Sputnik V.
En nuestro trabajo se midieron los títulos de anticuerpos de 190 participantes (n =105 homólogos, vacunados con ambas dosis de Sputnik V y n =85 heterólogos) y observamos que el esquema heterólogo produjo valores de anticuerpos hasta 5 veces más elevados que el esquema homólogo. Además, se observó una mayor frecuencia de efectos adversos leves/moderados con el esquema heterólogo, aunque fue bien tolerado por todos los individuos y no requirió asistencia médica.
Nuestro estudio proporcionó evidencia de que la combinación de las vacunas Sputnik V/Moderna se asoció con un aumento de la respuesta inmune humoral, siendo igualmente tolerada que la inmunización homóloga Sputnik V. Esto podría ser útil para futuras estrategias de vacunación, especialmente dirigidas a grupos de riesgo.
Por lo tanto, nuestro estudio proporcionó evidencia de que la combinación de las vacunas Sputnik V/Moderna se asoció con un aumento de la respuesta inmune humoral, siendo igualmente tolerada que la inmunización homóloga Sputnik V. Estos resultados podrían ser útiles para futuras estrategias de vacunación, especialmente dirigidas a grupos de riesgo.
Si bien a la fecha se han administrado aproximadamente 13 mil millones de dosis de vacunas, todavía existe cierta incertidumbre sobre su seguridad, debido a los plazos en que fueron desarrolladas. Sin embargo, el monitoreo continuo de la seguridad para detectar y evaluar cualquier efecto secundario o evento adverso ha permitido una respuesta rápida ante cualquier problema. En este sentido, los datos disponibles hasta el momento indican que los casos de efectos secundarios graves son extremadamente infrecuentes en comparación con el impacto positivo que las vacunas han tenido en la salud pública y la capacidad de controlar la pandemia.
Federico Di Lello, Matías Pereson, Gabriel García (izq. a dcha., arriba).
Lucas Amaya, Patricia Baré, Alfredo P. Martínez (izq. a dcha., abajo).
Federico Alejandro Di Lello, Universidad de Buenos Aires. Facultad de Farmacia y Bioquímica, Instituto de Investigaciones en Bacteriología y Virología Molecular (IBaViM), Buenos Aires, Argentina. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Matías J. Pereson, Universidad de Buenos Aires. Facultad de Farmacia y Bioquímica, Instituto de Investigaciones en Bacteriología y Virología Molecular (IBaViM), Buenos Aires, Argentina. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Gabriel H. García, Universidad de Buenos Aires. Facultad de Farmacia y Bioquímica, Instituto de Investigaciones en Bacteriología y Virología Molecular (IBaViM), Buenos Aires, Argentina.
Lucas Amaya, Servicio de Virología, Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas Norberto Quirno “CEMIC”, Buenos Aires, Argentina.
Patricia Baré, Instituto de Medicina Experimental (IMEX), Academia Nacional de Medicina, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
Alfredo P. Martínez, Servicio de Virología, Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas Norberto Quirno “CEMIC”, Buenos Aires, Argentina.
Referencia bibliográfica
Pereson MJ, Amaya L, Neukam K, Baré P, Echegoyen N, Badano MN, Lucero A, Martelli A, Garcia GH, Videla C, Martínez AP, Di Lello FA. Heterologous gam-COVID-vac (sputnik V)/mRNA-1273 (moderna) vaccination induces a stronger humoral response than homologous sputnik V in a real-world data analysis. Clin Microbiol Infect. 2022 Oct;28(10):1382-1388. doi: 10.1016/j.cmi.2022.05.009.
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