Resulta imperioso ofrecer lineamientos, recomendaciones generales y técnicas sobre evaluación de los aprendizajes de los estudiantes, cómo pensarla, cómo articularla con la enseñanza y cómo concretarla en instrumentos y herramientas que sirvan a la vez para informarles a alumnos y docentes sobre su progreso en la construcción del conocimiento. Con esa preocupación en mente, se diseñó y desarrolló un taller de evaluación para acompañar el diseño de instrumentos de evaluación adecuados y pertinentes a las cátedras y contenidos de la Unidad académica.

En el actual contexto de pandemia COVID-19, desde el equipo de trabajo del Área Pedagógica de FFyB se diseñaron y llevaron adelante varias líneas de acción para acompañar las propuestas de enseñanza remota de la Facultad. Uno de los ejes principales se centró en los modos de evaluar los aprendizajes de los estudiantes en entornos virtuales.

La evaluación de los aprendizajes es un tema complejo por el impacto y las consecuencias que tiene en las vidas de las y los estudiantes. Las buenas prácticas evaluativas garantizan la retención y promoción a partir de propuestas diseñadas e implementadas con criterios rigurosos, inclusivos y de calidad. Es posible modelizarlas y aprender sobre ellas a través de la virtualidad. Reflexionar sobre la evaluación de los aprendizajes y revisar el diseño y confección de los instrumentos de evaluación en la modalidad virtual pondrá en valor los conocimientos enseñados y los aprendizajes logrados en las distintas asignaturas.

Desde el Área Pedagógica se creó un espacio en el campus virtual de FFyB para ofrecer lineamientos, recomendaciones generales y técnicas sobre evaluación de los aprendizajes de los estudiantes, cómo pensarla, cómo articularla con la enseñanza y cómo concretarla en instrumentos y herramientas que sirvan a la vez para informarles a alumnos y docentes sobre su progreso en la construcción del conocimiento. En estos espacios se hace especial hincapié en la coherencia y alineación con los objetivos de los programas así como con la construcción de una situación de enseñanza.

En este espacio virtual se incluyeron gradualmente varias producciones desarrolladas por el equipo pedagógico de la facultad. Se ofrecieron webinars a cargo de especialistas en evaluación para trabajar sobre recomendaciones para la evaluación de los aprendizajes a distancia, los desafíos que implica evaluar en un contexto de distanciamiento social, y reflexiones sobre de qué se habla cuando hablamos de evaluación en tiempos de distancia social.

En el mismo espacio, se pusieron a disposición un conjunto de tutoriales Moodle que abordan diversos aspectos de las herramientas de evaluación que ofrece la plataforma utilizada por la facultad y que contemplan las necesidades del grupo de docentes. En este marco, se decidió ofrecer un taller de evaluación para las y los docentes de la FFFYB.

Taller de evaluación: los aprendizajes y los instrumentos

La evaluación puede orientarse a diferentes procesos, actores o fenómenos dentro de las instituciones educativas, siendo la evaluación de los aprendizajes de los estudiantes una de sus facetas.

Los procesos de evaluación de los aprendizajes representan y representaban, en este contexto, una preocupación para los docentes de FFyB. Con esa preocupación en mente, se diseñó y desarrolló un Taller de evaluación para acompañar el diseño de instrumentos de evaluación adecuados y pertinentes a las cátedras y contenidos de la Unidad académica.

La propuesta del taller centró su atención en el diseño y la confección de instrumentos de evaluación de diferentes estilos y formatos. La secuencia de actividades junto con los encuentros sincrónicos apuntaron a trabajar sobre lo real y posible. Esto significó analizar instrumentos y propuestas reales, que hayan sido implementadas o no por los participantes. El objetivo final sería terminar el taller con un producto revisado, por tutores y pares, comentado y mejorado.

A su vez, como objetivos, el taller se proponía el diseño de listas de cotejo o rúbricas que acompañen la implementación de los instrumentos. Y en una instancia final la reflexión en torno a las retroalimentaciones y devoluciones de los instrumentos.

Para cumplir con esos objetivos, se propuso en primera instancia un trabajo de evaluación entre pares que consistió en que colegas y compañeros pudieran observar dispositivos de evaluación e instrumentos elaborados en otras cátedras. La evaluación entre pares puede entenderse como una forma específica de aprendizaje colaborativo en el que los aprendices, en este caso las y los docentes, realizan una valoración sobre el proceso o producto de aprendizaje de todos o algún estudiante o grupo de estudiantes. Este tipo de actividad promueve la colaboración y cooperación entre los estudiantes a la vez que fomenta un diálogo entre colegas, un proceso de interacción enriquecedora y la creación de significados comunes con otras y otros compañeros.

Así es que el trabajo se fue construyendo a partir del diálogo entre los docentes y los asesores pedagógicos junto con la selección de lecturas propuestas.

La propuesta se desarrolló en un aula creada en el campus virtual de la Facultad, articulada por encuentros sincrónicos en línea. En esos encuentros se trataron cuestiones teóricas como los lineamientos para la construcción de un instrumento válido, claro y útil, el funcionamiento del Campus (sus posibilidades y limitaciones) a la vez que se generaron espacios de intercambio en los que se sostuvo la modalidad taller. Las y los docentes pudieron recibir preguntas de los tutores y colegas así como devoluciones y sugerencias a las producciones entregadas.

Durante cuatro semanas de trabajo, más de cincuenta docentes de la Facultad participaron del taller, de los encuentros sincrónicos y en el desarrollo de la propuesta en el aula virtual. Las producciones de los docentes mostraron diferentes elementos interesantes para reflexionar:

• Una preocupación por la articulación de la propuesta de enseñanza con la propuesta de aprendizaje.
• Una propuesta que no sea sorpresiva y que esté articulada con las tareas y actividades propuestas en la cursada. En este sentido apareció reiteradamente la propuesta de simulacros junto a “mesas de ayuda” simultáneas a la implementación de las evaluaciones.
• La consideración del acceso a las plataformas virtuales por parte de las y los estudiantes de sus asignaturas. Acceso en tanto conectividad y dispositivos adecuados para la realización de las evaluaciones, y también en conocimiento de la plataforma y sus posibilidades o dificultades para las y los estudiantes.
• La presencia de ítems variados que apunten a una mayor variabilidad cognitiva, complejizando las demandas y generando desafíos para las y los estudiantes.
• El lugar para la innovación, la mejora y el cambio impulsados por la inclusión, forzosa, de las tecnologías en la clase tradicional. Por ejemplo, podcast, videos, artículos para la publicación en línea como posibles estrategias de evaluación.
• La inclusión de instancias de revisión, corrección y retroalimentación acompañando a las evaluaciones.

Finalmente, se puede señalar que en un gran grupo de docentes de FFyB existe una preocupación genuina por la evaluación, no solo en el contexto de la virtualización de las asignaturas. Esa preocupación también excede la consideración de la evaluación como acreditación de saberes o acreditación de recorridos o cursos. Aparece la evaluación ligada a la tarea de enseñanza y al acompañamiento de las trayectorias estudiantiles. Aparece también la idea de evaluación asociada a la regulación del propio aprendizaje y a la detección de logros y aciertos por parte de las y los estudiantes. Se discute, además, el lugar del error en los aprendizajes de modo que las instancias de evaluación permitan conducir las próximas tareas de enseñanza.

Queda planteado como desafío la posibilidad de evaluar algunas tareas prácticas en la virtualidad y la preocupación por una complejidad creciente en las demandas cognitivas para las futuras instancias evaluativas. Y, en varias voces docentes, la necesidad de revisar sus prácticas de enseñanza. La virtualización “obligó” a volver a mirar las propuestas de enseñanza, los espacios de intercambio y las actividades tradicionales e históricas de cada cátedra o grupo de docentes. En este sentido, el cambio y la innovación asoman como posibilidades ciertas de mejora de la enseñanza.

Marina Thiery es licenciada en Ciencias de la Educación (UBA) y especialista en Tecnología Educativa. Forma parte del equipo pedagógico de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires y de equipos de gestión académica de universidades nacionales y privadas.