La urgente necesidad de contar con algún medicamento que sea efectivo para el tratamiento del síndrome COVID-19, que nos tiene confinados hace meses en todos los lugares del mundo, ha producido un cuadro de ansiedad sin precedentes, pero sobre todo ha llevado a que muchos se sientan decepcionados porque con tantos meses de investigaciones todavía no contamos con un medicamento para tratar esta enfermedad. Quienes sabemos de medicamentos tenemos claro que eso sería imposible. El desarrollo de un fármaco totalmente nuevo, como muy rápido no puede llevar menos de una década. Entonces, ¿por qué se ha hecho habitual escuchar que en distintos lugares, incluido nuestro país, se evalúan algunos fármacos en enfermos con COVID-19?
Actualmente, la forma más habitual para identificar nuevos fármacos se inicia con el ensayo de muchos compuestos sobre alguna proteína que pueda estar involucrada directa o indirectamente en la enfermedad, y en este sentido el SARS-CoV-2 ofrece muchas posibilidades. El proceso para el descubrimiento de nuevos fármacos consta, a grandes rasgos, de tres etapas fundamentales: 1) La identificación de la enfermedad o el blanco farmacológico al que se dirigirá el desarrollo del fármaco, por ejemplo la proteína de la “corona” de este nuevo virus. 2) Evaluación preclínica (por ejemplo en animales) y clínica (en seres humanos) de los compuestos que resultan activos sobre el blanco seleccionado. 3) La aprobación del medicamento que ha surgido de las etapas anteriores por las agencias reguladoras (ANMAT en nuestro caso) y la comercialización del mismo.
¿Cuáles son los principales inconvenientes de este proceso?
El tiempo que lleva: ¡no menos de 10 años!
El costo: ¡no menos de 1.000.000.000 U$S!
EL REPOSICIONAMIENTO DE FÁRMACOS
Para intentar resolver ambos inconvenientes, una estrategia para el hallazgo de nuevos fármacos es la evaluación de algunos que ya están en uso para otras enfermedades y, por lo tanto, ya están aprobados por las agencias reguladoras, para reasignarles si fuera posible su indicación terapéutica en el tratamiento de otra enfermedad. Esto se conoce como reposicionamiento de fármacos. El reposicionamiento de fármacos permite identificar nuevos usos de un medicamento ya aprobado, lo que reduce significativamente los costos y el tiempo de investigación. Esto resulta fundamental en circunstancias como las actuales, donde el pronto hallazgo de fármacos para el tratamiento de la COVID-19 es indispensable.
Desde que apareció este nuevo coronavirus, han sido diversos los estudios sobre la efectividad del uso de fármacos ya existentes, empleados contra otras enfermedades, que pudieran mitigar el impacto del SARS-CoV-2. De hecho, numerosos laboratorios de investigación e instituciones de salud trabajan en más de 150 medicamentos diferentes en todo el mundo para hacer frente a la pandemia.
Ejemplos de esto pueden ser los siguientes: 1) Antivirales. A) Combinaciones usadas en el combate al VIH tales como: a) atazanavir con ritonavir, b) Ritonavir con lopinavir, aunque hasta ahora no han dado los resultados esperados. B) La ribavirina fue otra apuesta contra la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus. Se trata de un viejo antiviral, efectivo contra distintos virus, y que ha sido útil en pacientes con SARS y MERS en el pasado. Es un medicamento barato y disponible en todo el mundo, aunque hasta ahora no hay estudios que avalen su efectividad contra COVID-19. C) Más moderno es el remdesivir, un medicamento antiviral diseñado para combatir los virus de la hepatitis, de enfermedades respiratorias, y que también fue usado contra el ébola. Nunca tuvo éxito contra ellas. No obstante, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) emitió una aprobación de emergencia para el remdesivir como tratamiento para los pacientes graves de COVID-19. Se demostró que mejoraba levemente la salud de los enfermos muy graves. Además, quienes se sometían a un tratamiento con este compuesto se recuperaban en 11 días, aunque no redujo las tasas de mortalidad. D) Más recientemente, se ha conocido que las autoridades sanitarias rusas han registrado al afivavir, como el primer fármaco antiviral para tratar la COVID-19, según lo anunció el Fondo Ruso de Inversiones Directas. Este fármaco es una versión genérica del favipiravir, un antiviral desarrollado en Japón. Resultados preliminares indican que reduciría en un 30% la duración de la infección.
Para tratar el importante cuadro inflamatorio que causa este nuevo virus, se ha ensayado A) la colchicina, un poderoso antiinflamatorio muy antiguo y de bajo costo, intentando reducir los riesgos de complicaciones pulmonares y muerte relacionadas con el nuevo coronavirus. B) Los corticoesteroides, conocidos fármacos antiinflamatorios, tales como dexametasona, pero debe tenerse cautela en pacientes críticos con neumonía asociada a COVID-19 y la dosis a utilizar debe ser baja o moderada. C) Otro antiinflamatorio en ensayo es el ruxolitinib que se utiliza en enfermedades como mielofibrosis. Los resultados aún son preliminares.
También se han probado anticuerpos monoclonales aprobados para otras enfermedades tales como: tocilizumab y sarilumab, utilizados para el tratamiento de la artritis reumatoide o el siltuximab para combatir un crecimiento exagerado anormal de las células linfáticas. Por el momento no hay datos concluyentes, se estima que podrían servir de ayuda en los casos más graves.
En síntesis, en un contexto en que el COVID-19 está afectando a todo el planeta, y sin que se haya aprobado hasta el momento ninguna vacuna ni terapia concreta, los investigadores continúan estudiando el potencial de muchos medicamentos existentes, pudiendo ser el reposicionamiento de fármacos una estrategia crucial para ofrecer en un tiempo menor nuevos tratamientos a los pacientes con COVID-19.
Autores: Integrantes del Proyecto Ubanex “Sumando Salud y Bienestar – Los Medicamentos llegan a Todos”, Facultad de Farmacia y Bioquímica, UBA.
Bibliografía
https://www.medigraphic.com/pdfs/saljalisco/sj-2020/sj201i.pdf
https://www.elcomercio.com/tendencias/medicamentos-prueba-covid19-coronavirus-tratamientos.html. Tendencias SALUD 22 de junio de 2020 Al menos 150 medicamentos se han probado contra el COVID-19 en el primer semestre de la pandemia.
Ficha técnica
Integrantes del Proyecto Ubanex “Sumando Salud y Bienestar – Los Medicamentos llegan a Todos”
Directora: doctora Liliana Finkielsztein – Profesora asociada de Química Medicinal y profesora adjunta de Práctica Social Educativa.
Codirectora: doctora Marisa Repetto – Profesora asociada de Química General e Inorgánica
Integrantes:
Doctora Albertina Moglioni – Profesora titular de Química Medicinal.
Doctor Facundo Mendes Garrido – JTP de Fisiología
Doctora Micaela Cernielo – JTP de Fisiología.
Bioquímico y farmacéutico Martín Roma – Ayudante de segunda de Química Analítica Instrumental.
Farmacéutica Luciana Pinasco – Ayudante de primera de Química General e Inorgánica.
Estudiante Antonella Pezzaniti – Ayudante de segunda de Matemáticas.
Estudiante Ailin Raimundi.
Estudiante Rosario Botana.
Estudiante Florencia Boggero.
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