La educación científica a distancia en el nivel superior debe romper la lógica del reservorio para comenzar a pensar en actividades potentes. Es decir, ofrecer actividades que comprometan al estudiante con el hacer y el hacer con otro. Es imprescindible proponer alternativas para el trabajo de los docentes durante la emergencia sanitaria y el distanciamiento social. Pero, además, dejar sentadas las bases para una profunda revisión sobre la educación científica mediada por tecnología, que excede los límites de esta pandemia.
Boletines
Subscribase para recibir aviso de nuevas noticias.