ESTRATEGIAS DE TUTORÍAS EN AULAS VIRTUALES

No todos aprendemos de la misma manera y eso supone el reto más desafiante para los docentes en el aula. La enseñanza requiere que provoquemos a nuestros estudiantes para que realicen diferentes actividades en diferentes entornos, virtuales y presenciales. El docente ha de promover la participación de los estudiantes, analizar sus intervenciones, ponerse en su lugar, favorecer sus procesos cognitivos, responder a sus inquietudes, estimular la reflexión y los procesos metacognitivos. Las siguientes dimensiones intentarán configurar el rol docente en las propuestas pedagógicas virtuales. Estas dimensiones se entrelazan y dicho entrecruzamiento otorga sentido a la propuesta didáctica. No pretendemos confeccionar una tipología del docente en la virtualidad sino proponer una mirada distinta.

Docente de la buena pregunta

¿Cómo y cuándo intervenir? ¿Cuáles son las herramientas y/o estrategias que posibilitan la pregunta? ¿Cuáles son buenas preguntas?

Entendemos por buena pregunta aquella que “ayuda y no entorpece, entusiasma y no inhibe, estimula y no atemoriza. Se basa en la confianza y en el deseo por parte de los docentes que sus alumnos aprendan y comprendan, y se transforma en un verdadero desafío de la cognición para los estudiantes” (Litwin, 2008). Los foros son el punto de encuentro de los estudiantes entre sí y de estos con el docente. Es el espacio más dinámico donde se actualizan y problematizan los contenidos; se intercambian opiniones, comentarios e ideas; se resuelven aspectos relacionados con el desarrollo de la clase; se comunican novedades; se establecen acuerdos; se organizan tareas grupales, etc. Estos espacios virtuales de intercambio pueden promover la participación de estudiantes que habitualmente, permanecen en silencio. El ritmo y el tiempo de los foros serán marcados por el docente. En muchos casos, los mensajes en los foros suelen ser solo respuestas a lo dicho por el docente haciendo que las intervenciones de los demás no sean consideradas. En este sentido, el valor de las buenas preguntas será el de poner en diálogo a los estudiantes, proponer consignas de trabajo para compartir opiniones o resultados de una investigación o de experimentos, para que los estudiantes generen preguntas que permitan comprender un texto, hipotetizar sobre alguna situación problemática o discutir soluciones posibles. Los docentes podrán configurar los foros de manera que los estudiantes trabajen en pequeños grupos, puedan generar nuevos hilos de conversación, calificar los mensajes, o hasta incluso, asignando nuevos permisos en esta actividad específica, moderar la discusión.

Docente de las narrativas y las transmedias

¿Qué puede disparar un relato propio o un relato cultural para enseñar aquello que nos proponemos? ¿Qué pueden decir los formatos y los espacios desde los que se construyen estos relatos? ¿Cómo se construye hoy un relato?

Hacemos una distinción entre aquellas narraciones personales que transparentan nuestra práctica o la de los estudiantes (como recurso metocognitivo luego de un recorrido de aprendizaje), y aquellos relatos que permiten presentar un contenido específico. En el primer sentido, los relatos de experiencia podrán ser un recurso valioso en la evaluación de la propuesta de enseñanza, y de los procesos de aprendizaje. En un segundo sentido, la búsqueda y la selección de relatos de la cultura (noticias, papers, investigaciones, intercambios en redes sociales) resultan como recurso del que puede valerse el docente para animar una discusión, recapitular ideas, responder una consulta o comenzar un encuentro por chat o video conferencia. Estos relatos hoy pueden seguirse y construirse desde diferentes plataformas, pantallas y lenguajes siguiendo la manera como nos conectados, analizamos información y nos comunicamos.

Docente creador con creatividad

¿Cómo imaginar el diseño del aula virtual a partir de los recursos que nos ofrece la plataforma y los entornos de la web? ¿Cómo diseñar actividades que favorezcan el aprendizaje significativo? ¿Cómo despertar la creatividad de los estudiantes?

Una de las potencialidades de los recursos tecnológicos es permitir el desarrollo de múltiples modos de representación del conocimiento y articulaciones entre espacios y entornos virtuales y presenciales. Un contenido puede estar presentado de manera distinta y cada estudiante podrá aprehender aquella con la que se sienta más cómoda y que le resulte más significativa. Podemos utilizar un video o animación, incluir sonido, imágenes que acompañen la palabra, foros para intercambiar opiniones, simulaciones, contenidos interactivos etc.; solo será necesario hacer foco en la programación de la propuesta pedagógica, describir los propósitos y objetivos y considerar los elementos de los que disponemos. Ser capaces de diseñar aquello que imaginamos, experimentando con herramientas que resultan novedosas y hacerlo posible al lograr que el resultado es reflejo de nuestras ideas.

Docente de la colaboración

¿Cuáles son los mejores espacios para generar intercambio y colaboración entre los estudiantes? ¿Cómo generar propuestas donde la colaboración sea el eje para la construcción de aprendizaje?

Pensamos la colaboración en dos sentidos. Por un lado, en la construcción de actividades que puedan favorecer un espacio de intercambio entre estudiantes, docentes, especialistas invitados y, por otro lado, en la generación de un espacio de reflexión y de colaboración entre el equipo docente. Existen diferentes recursos que potencian el trabajo colaborativo. El recurso comúnmente utilizado para esta forma de trabajo son los foros, donde, como ya analizamos, es posible debatir cuestiones teóricas, plantear nuevas ideas, compartir interrogantes y hasta organizar cuestiones administrativas. Si, por ejemplo, las propuestas en el aula virtual son en articulación con propuestas cara a cara, pueden conservarse en este entorno la distribución de estudiantes en divisiones o comisiones de cátedras que se sostienen en las instancias presenciales. Otro de los recursos utilizados son las wikis o las aplicaciones para la construcción colaborativa de textos (tales como Google Drive o Dropbox), murales interactivos (Padlet, etc.), construcción de mapas conceptuales, contenido interactivo o infografías (H5P, Genially, etc). Mencionamos también, otro tipo de colaboración: la colaboración al interior del equipo docente. Un foro en un aula virtual puede ser aprovechado para que el equipo docente pueda intercambiar recursos, enlaces de interés, bibliografía complementaria, etc. También puede ser un espacio en donde plasmar las impresiones del grupo de estudiantes, del desarrollo de la cursada, de la gestión y el seguimiento; además, bosquejar ideas para próximos cursos. En síntesis, se trata de aspirar una cultura de la colaboración, en tanto que el aprendizaje se torna significativo en la medida en que el trabajo persigue una meta común, donde el trabajo de un estudiante está relacionado con el trabajo del otro y donde el aprendizaje de uno se puede alcanzar asegurando el aprendizaje también del otro; en donde existen y respetan tiempos individuales de trabajo y en donde los estudiantes valoran su propio proceso de construcción.

Dimensiones articuladas

El diseño de propuestas de enseñanza que se construyen valiéndose de tecnologías representa un verdadero reto para el docente: muchas cuestiones necesitan ser aprendidas; surgen incertidumbres y, en algunos casos, temor al fracaso. El docente tiene mucho que aprender. ¿Esto significa que no puede enseñar? ¿Qué es aquello que desconoce y aquello que sabe? Rancière (2002: 25) nos ofrece una respuesta a este dilema: “se puede enseñar lo que se ignora si se emancipa al alumno, es decir, si se le obliga a usar su propia inteligencia”. Creemos que una propuesta de enseñanza propicia para el aprendizaje es aquella que promueve la buena pregunta, invita a la colaboración, se construye a partir de las narrativas, expresa y fomenta la creatividad, la investigación y los deseos de aprender tanto de los estudiantes como de los propios docentes.