La matriz extracelular modula la proliferación, la diferenciación y la migración celular en diversos procesos fisiopatológicos. Esta matriz consiste en una red extremadamente compleja de proteínas y otras moléculas que rodean, sostienen y dan estructura a las células y tejidos. Así también, contribuye a que las células se unan y se comuniquen con otras células cercanas, y desempeña una función importante en su reproducción, su movimiento y otras funciones celulares. Además, es clave en la reparación de los tejidos dañados. Todo esto, en situaciones de normalidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró octubre como el mes mundial para la sensibilización sobre el cáncer de mama, con el objetivo de aumentar la atención y el apoyo a la detección precoz y el tratamiento de esta enfermedad. Es el cáncer más común entre las mujeres de todo el mundo y la mayoría de los casos se diagnostican en fases avanzadas por lo que la detección temprana es fundamental. Buscar estrategias que mejoren la eficacia de las drogas quimioterapéuticas para tratarlo, además de aumentar el tiempo de acción del fármaco, reducir los efectos adversos de estas medicaciones, y en consecuencia, mejorar sustancialmente las terapias, constituyen objetivos centrales en el mundo actualmente.
Si bien es el tumor maligno más frecuente entre las mujeres de todo el mundo, su mortalidad ha disminuido en las regiones industrializadas, como consecuencia del avance en los programas de detección precoz y los importantes avances terapéuticos realizados en los últimos años. Así, en la actualidad más de la mitad de los decesos informados ocurren en regiones de bajos o medianos ingresos.
Los anticuerpos son una de las principales armas del sistema inmune para reconocer agentes infecciosos y sustancias extrañas al organismo. Son glicoproteínas complejas expresadas en la membrana de los linfocitos B y también secretadas en forma soluble por plasmocitos (estadío final de diferenciación de estos linfocitos) que reconocen moléculas ajenas al organismo a través de regiones de reconocimiento denominadas paratopes. El sistema inmune produce diariamente miles de linfocitos B que expresan anticuerpos diferentes en cuanto a su especificidad de reconocimiento (a qué sustancia extraña o “antígeno” pueden reconocer). Este amplio repertorio de anticuerpos con especificidades distintas es lo que denominamos diversidad.
Según cifras oficiales, la tuberculosis es la primera causa de muerte por un agente infeccioso. A pesar de que se dispone de tratamientos farmacológicos orales eficaces y de bajo costo desde hace más de 50 años, el desarrollo de microorganismos resistentes ha puesto de manifiesto la necesidad de mejorar los regímenes antituberculosos. En este marco, investigadores de la Cátedra de Tecnología Farmacéutica I de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, UBA, estudian y diseñan nuevos sistemas de administración para “vehiculizar” fármacos antituberculosos ya conocidos y que se pueden suministrar por vía pulmonar, valiéndose para ello de aproximaciones nanotecnológicas.
Según datos del Banco Mundial, entre 40 y 60 millones de personas, al menos, habrían caído en la pobreza extrema en 2020 como resultado indefectible de la pandemia de covid-19. La desnutrición, diversas enfermedades crónicas y el VIH/sida, sumado a las malas condiciones de vivienda y el hacinamiento poblacional son indeseables aliados para la progresión y el recrudecimiento de la tuberculosis, con lo que todo indica un esperable aumento de los casos en el mediano y el largo plazo. No por nada se ha venido hablando de sindemia dado que la covid no es una única patología que se abate sobre la población mundial, sino que se conjunta con otras epidemias y terminan siendo mucho más que la simple suma de ellas.
Al desatarse la pandemia de COVID-19, a principios de 2020, muchos científicos y científicas viraron su trabajo para ayudar en la lucha contra el virus Sars-CoV-2. Dos equipos de investigadoras e investigadores de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires se volcaron de lleno a producir la proteína S del coronavirus, vital para diagnóstico y prevención.
Las bases teóricas acerca de la generación y la utilización del peróxido de hidrógeno (H2O2) en células y tejidos, sumado a la determinación experimental y la cuantificación de la generación intracelular y mitocondrial de H2O2 sustentaron la revisión realizada, en 1979, por Britton Chance, Helmut Sies y Alberto Boveris (Hydroperoxide metabolism in mammalian organs, Physiol Reviews 59 (3): 527-605) en la cual se abordaron los aspectos bioquímicos, biofísicos y fisiopatológicos del metabolismo de hidroperóxidos, tanto del peróxido de hidrógeno (HOOH) como de hidroperóxidos orgánicos (ROOH), en células de mamíferos.
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