Los niños celíacos no incluyen en su alimentación frutas y verduras suficientes, descuidan así fuentes aportadoras de micronutrientes necesarios. A veces consumen comidas que contienen gran cantidad de hidratos de carbono y azúcares, son muy ricas en grasas y tienen bajo aporte de fibras, sea por razones económicas o culturales.
Los micronutrientes que no deben faltar en la dieta de ningún niño son el zinc, el ácido fólico, el hierro, el calcio, las vitaminas A, B12, D, E y K, entre otros. Las consecuencias de sus déficits son variadas y pueden generar problemas neurológicos, de crecimiento y hasta déficits de atención que dificultan el aprendizaje. El problema se agrava todavía más en niños de bajos recursos, como es el caso de los estudiados en esta línea de investigación.