Mi nombre es Diego Canseco, soy Farmacéutico y orgulloso egresado de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires. Recientemente, me convertí en el primer graduado de la novísima carrera de posgrado de Especialización en Biotecnología Bioquímico-Farmacéutica que se dicta en nuestra Facultad.
Primera entrega
A lo largo de los años y ya desde pequeños se nos ha inculcado que las prácticas populares y milenarias de quienes ancestralmente poblaban el continente americano era pura superchería y que debían ser desechadas. En ese sentido aquel conocimiento no sólo fue estigmatizado sino también menospreciado, siendo el saber occidental el único conocimiento válido. Sin embargo, la supervivencia de esas prácticas culturales, incluso a costo de la vida de muchas personas que supieron defenderlas, ha permitido que hoy podamos tener una mirada respetuosa desde la ciencia, entendiendo que también esos conocimientos son igualmente válidos y valiosos como lo son los occidentales.
Postuló el escritor uruguayo Eduardo Galeano que estamos inmersos, infortunadamente, en una abrumadora cultura del envase, y alertó de sus efectos negativos que sobrevaloran lo externo por sobre lo interno. Pero en la tecnología farmacéutica, paradójicamente, el “envoltorio” de un principio activo resulta fundamental e, incluso, puede ser clave para mejorar la terapia contra el VIH en pacientes pediátricos.
En la última década se han incrementado de forma alarmante las enfermedades que tienen como origen el estrés crónico provocado por la actual forma de vida, con aumento de la conflictividad personal, laboral y social. El estrés crónico conduce a la activación del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HHA) que lleva a una mayor liberación de cortisol. Además, es sabido que medir la concentración de cortisol puede ser útil para el diagnóstico y el seguimiento del síndrome de Cushing y la insuficiencia adrenal.
Recientemente, investigadores de la Facultad de Farmacia y Bioquímica desarrollaron un procedimiento no invasivo que permite medir el cortisol en cabellos mediante un sistema automatizado.
Empecemos por la respuesta: la relación directa entre el uso de la Coenzima Q10 (CoQ10) y la juventud prolongada es un mito urbano. No existe la menor esperanza de que la CoQ10 evite la irremediable y constante visualización del paso del tiempo frente al espejo. El mito urbano es un deseo colectivo, una ilusión, un relato creíble, contemporáneo, exaltado por los medios de comunicación y llevado al plano del “beneficio de la duda”.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) una enfermedad se considera rara cuando el número de personas afectadas es menor de 5 cada 10.000 (0.05 % de la población mundial) y esto la convierte en desatendida, huérfana y olvidada. Olvidada por quienes deberían sospechar que el paciente que tienen enfrente puede padecerla, olvidada por quienes tienen que desarrollar los medios adecuados para detectarla, olvidada por quienes tienen que desarrollar una cura… en fin, olvidada por quienes son responsables de su diagnóstico y tratamiento.
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